SOLUCIONES PARA LA CRISIS EN UNA FAMILIA

1.- Cada miembro de la familia trabaje

2.- Austeridad

3.- Ahorro

4.- El ahorro tiende a ser una inversión productiva

5.- Deuda estrictamente necesaria

Al ver los problemas económicos de cada familia, creemos que la mejor solución es que cada integrante de la familia y esto de acuerdo a los miembros de ésta, apoyen económicamente a los gastos, y tomando en cuenta las edades de éstos podrían empezar a trabajar, es decir, mayores de 16 años podrían buscar un trabajo de medio tiempo para que no descuiden sus estudios y para que en las mañanas vayan a la escuela y en las tardes trabajen dependiendo sea el caso. En el caso de que se tengan hermanos más pequeños de los cuales se tengan que encargan los padres o incluso los hermanos mayores una buena opción es llevarlos con los abuelos para que estos los cuiden mientras las personas “mayores” se encuentren trabajando.

Ahora bien otro punto a destacar es la austeridad así como los diversos miembros de la familia van a trabajar tienen que todos reducir sus gastos innecesarios, es decir, olvidarse de los caprichos, lujos o rebeldías por alguna cosa y dejar todo eso a un lado para que no se gaste innecesariamente y así se pueda ocupar para otros gastos más necesarios.

            El ahorro familiar comenzará a estabilizarse cuando estos puntos a tratar se mantengan en constante práctica, cada miembro de la familia, incluso los miembros más pequeños, aprenderán a tener una cultura más ahorrativa y aprenderán a dar prioridad a los gastos necesarios.

            La familia durante el aprendizaje del ahorro, solo podrán hacer gastos fuertemente necesarios cuando sea de estrictamente la necesidad de hacerlos, no se gastarán los ahorros para no desestabilizar la economía ya formada.

            La familia, como grupo social más representativo, tiene que tener una educación sobre el ahorro monetario para sustentar un futuro y una vida de la que se tendrán recursos para la subsistencia dentro de los marcos sociales establecidos, para mantener un estatus que se valorará a partir de la acumulación de moneda y para lo que se interpreta como una “vida mejor”.